Son varias cosas las que han convertido al GPS en una herramienta útil. Una de ellas es que basta con agregar la dirección correcta para que te lleve al destino elegido. Siempre y cuando te cerciores de que la dirección haya sido bien señalada. Otro elemento que lo hace muy útil es su gran flexibilidad ante el cambio.  Habrás notado que cuando realizas una maniobra equivocada o tomas un camino distinto al señalado, se oye una voz que dice “recalculando….”. Esta flexibilidad en el sistema de navegación lo convierte en una herramienta con una gran capacidad para resolver los inconvenientes. En nuestra vida, sólo quienes tienen la flexibilidad para recalcular su camino en función del lugar al que quieren llegar son los que logran conquistar sus metas. Porque conocer de antemano a dónde quieres llegar no significa que lo hagas por dónde lo hayas preferido.  Los inconvenientes, las dificultades, los contratiempos son inevitables en nuestra vida, y siempre estarán a la vuelta de alguna esquina exigiéndonos recalcular la ruta a fin de llegar a destino. Es importante saber a dónde quieres ir ¿lo sabes?, pero más importante es aprender a hacer camino. No olvides que resulta más provechoso responder a los imprevistos con creatividad que con furia. Porque mientras la ira produce que tu imaginación se vuelque sobre ti para acusarte del desvió involuntario, la aceptación de la situación te permite generar nuevas alternativas para seguir adelante. Es probable, que en más de una ocasión tengas que realizar cambios en tu camino. No te aferres a una ruta porque tu sistema de navegación puede ser más creativo de lo que te imaginas.  No tengas miedo a los cambios, porque sólo quien está dispuesto a cambiar es el que sobrevive. La adaptación es una condición natural disponible en nuestra naturaleza. Los cambios en la vida son necesarios, y más aún si de ellos depende llegar a destino. Si no tienes la suficiente flexibilidad para cambiar de ruta aun cuando te lleve al mismo sitio, difícilmente puedas llegar alguna vez a algún sitio. 

P. Javier Rojas, sj

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