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Mostrando entradas de septiembre 6, 2015
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ORACIÓN DEL DÍA Del renacer del perdón a mis hermanos (segunda parte) HOY PEDIMOS: la gracia del perdón para aquellos que me han lastimado y para mí. MEDITACIÓN  Con lágrimas de dolor reconozco que dañé a mis hermanos. Haché sus ramas sanas y trunque su florecer. No aboné su tierra ni cuidé sus brotes. No regué su corazón con palabras llenas de amor. No lo miré con compasión a mi hermano, ni detuve mi lengua ante el juicio. Hoy quiero caminar hacia ti Señor con un corazón apenado y lleno de arrepentimiento. ¿Hay primavera para mi hermano? El perdón es primavera para el que ofrece y recibe. Para el que reconoce el dolor causado y para quién tiene posibilidad de decir “te perdono”.  PROPÓSITO DEL DÍA. Hoy me acercaré al sacramento de la reconciliación para que la savia del perdón nutra mi vida. Pediré perdón al que ofendí para que también él tenga primavera en su corazón. ¿Tengo "perdones" pendientes? 
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ORACIÓN DEL DÍA Del renacer del perdón a mis hermanos. HOY PEDIMOS: la gracia del perdón para aquellos que me han lastimado y para mí. MEDITACIÓN ¿El dolor causado por otros tiene primavera? ¿Recibe mi herida la savia que cura el sufrimiento? El invierno me trajo dolores de poda que otros causaron, pero Dios los usa para mi bien porque Él no ha querido esos hachazos. La rama hachada supura en el invierno pero la savia del perdón hará que la vida vuelva a florecer. Habrá brotes nuevos, vida nueva, si hay perdón. En mi dolor grito ¡Padre! Y escucho tu voz que me dice; «Hijo sé de tu dolor y me duelo contigo. Te invito a crecer por dentro haciendo florecer el perdón». PROPÓSITO DEL DÍA Hoy miraré las heridas que otros me han causado y hablaré con sinceridad de ellas con mi Padre. ¿Imagino como Dios siente mi dolor? ¿Reconozco en ellas invitaciones de Dios a crecer hacia dentro?
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ORACIÓN DEL DÍA De la primavera en mi vida HOY PEDIMOS la gracia de disfrutar y vivir el HOY tal como llega descubriendo a Dios en él. MEDITACIÓN El invierno cambia el paisaje. Puede gustarnos o no, pero lo cierto es que sin su presencia no habrá primavera, ni nuevas oportunidades, ni nuevos colores, ni nuevas personas. El invierno gesta la primavera. Engendra la sorpresa y la esperanza. La primavera cuando llega trae la novedad que preparó la poda y amasó el invierno. Con cada primavera se abren nuevos horizontes y oportunidades. Lo que vives hoy, en esta vida que renace, hay un regalo de Dios para ti. Siente la invitación del Padre a disfrutar la nueva primavera que fecundó el invierno. «Padre, hoy me siento invitado renovar mi mirada, ampliar mis horizontes, abrir el corazón a lo nuevo que haces florecer. Que descubra tu don de Amor en el HOY que habito.» PROPÓSITO DEL DÍA. ¿Descubro a Dios en las cosas que renacen en mi vida, aunque no sea exactamente lo
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ORACIÓN DEL DÍA De la vida nueva en mi vida HOY PEDIMOS la gracia de reconocer la vida nueva que florece mi vida. MEDITACIÓN Sin las pérdidas del otoño, la poda y el frío invierno, la planta no tendría primavera. Nuestros momentos difíciles y dolorosos son fecundos cuando los vivimos con fe en Dios. El dolor nos enseña a relativizar nuestra perspectiva de la vida y nos reviste de un nuevo paisaje interior. Todo pasa, al igual que el invierno, pero lo fundamental permanece. La vida se fortalece, se enriquece, con cada ciclo que pasa. El árbol no siempre florece en los lugares podados, florece en ramas nuevas. «Padre, siento que así fecundas mi vida. Esperaba tus flores en otros lugares y con otras personas, pero me has enseñado que haces florecer donde antes no había nada. La poda ayuda a la floración, y ayuda que nazcan brotes nuevos. PROPÓSITO DEL DÍA. Hoy le pediré al Padre que me ayude a ver dónde florece mi vida, en qué contextos, en qué circunstancias, con qué
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ORACIÓN DEL DÍA De las personas que hay en mi vida HOY PEDIMOS la gracia de reconocer y agradecer por las personas y los acontecimientos que me ayudan en mi camino de vida. MEDITACIÓN  En esta historia de Amor entre Tú y yo me regalaste hermanos, amigos y bienhechores. Ellos me ayudaron a podar mis ramas que no daban frutos, para que volvieran a ser fecundas. Con su cariño me ayudaron a corregir mis equívocos. También estuvo quién hachó mis ramas sanas. Me hice  fuerte en el dolor y la fragilidad, pues tu gracia nunca me faltó. El frío bajó la savia a mis raíces para arraigarme más y mejor a mis cimientos. Cada circunstancia me ayudó a crecer, cada persona que pasó me hizo bien… todos fueron bienhechores. «Tú, Padre mío, sembraste el bien en mí en cada uno de ellos. Por todo te agradezco. Amo con libertad a quienes me ayudaron en el dolor y me cobijaron en el invierno. Que no deje de verte a Ti detrás de ellos». PROPÓSITO DEL DÍA. Hoy miraré con ojos agradecidos a
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ORACIÓN DEL DÍA  Rezamos por la paz HOY PEDIMOS la gracia de sembrar y construir la paz con gestos concretos de respeto y diálogo. MEDITACIÓN  La paz no es sólo ausencia de guerra, sino una condición general en la cual la persona humana está en armonía consigo misma, en armonía con la naturaleza y en armonía con los demás. Esto es la paz. Sin embargo, hacer callar las armas y apagar los focos de guerra sigue siendo la condición inevitable para dar comienzo a un camino que conduce a alcanzar la paz en sus diferentes aspectos. Pienso en los conflictos que aún ensangrientan demasiadas zonas del planeta, en las tensiones en las familias y en las comunidades —¡en cuántas familias, en cuántas comunidades, incluso parroquiales, existe la guerra!—, así como en los contrastes encendidos en nuestras ciudades y en nuestros países entre grupos de diversas extracciones culturales, étnicas y religiosas. Tenemos que convencernos, no obstante toda apariencia contraria, que la concord
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Oración del día. De mi vida entera cimentada en Dios HOY PEDIMOS la gracia de centrar mi vida en Dios. MEDITACIÓN Nuestra vida está en manos de Dios. De ellas recibí el regalo de la existencia y en ellas encuentra sentido y plenitud. En Él tiene su inicio y en ellas encontrarán su fin. Todas las personas y todas las circunstancias son creación tuya. Mi vida, Padre, es toda tuya pues de ti ha salido. Sostienes mi crecimiento y madurez con sus ciclos y sus ritmos. Toda mi vida es fruto de tu amor y yo la recibo y te la vuelvo a entregar, con todas las personas y las circunstancias. Te la ofrendo con lo que me gusta y con lo que no me agrada. Ayúdame a desear para mí todo lo que me ayuda a que sigas siendo mi seguridad, mi centro y mi única verdad. PROPÓSITO DEL DÍA. Hoy, durante el día, elevaré al Padre oraciones cortas y llenas de agradecimiento por todo lo que vivo. Por lo que viví y lo que vendrá. Todo lo entrego a su mano. «Señor, de Ti viene todo y a ti te lo en