
Mis manos, esas manos y Tus manos hacemos este Gesto, compartida la mesa y el destino, como hermanos. Las vidas en Tu muerte y en Tu vida. Unidos en el pan los muchos granos, iremos aprendiendo a ser la unida Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos. Comiéndote sabremos ser comida. EI vino de sus venas nos provoca. El pan que ellos no tienen nos convoca a ser Contigo el pan de cada día. Llamados por la luz de Tu memoria, marchamos hacia el Reino haciendo Historia, fraterna y subversiva Eucaristía. Pedro Casaldáliga