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Mostrando entradas de junio 19, 2016

Incluir, abrazar

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25 de junio Con Jesús por la mañana.   “En el reino de Dios, a nadie se ha de humillar, excluir o separar de la comunidad. Es el amor compasivo el que está en el origen y trasfondo de toda la actuación de Jesús, lo que inspira y configura toda su vida. La compasión no es para él una virtud más, una actitud entre otras. Vive transido por la misericordia: le duele el sufrimiento de la gente, lo hace suyo y lo convierte en principio interno de su actuación.” (José Antonio Pagola). Ofrezco el día por las intenciones del Papa. ¿Qué me mueve a acercarme a mis hermanos, a ayudarlos, a compartir la vida con ellos? ¿La ley interna de la caridad? ¿Deseos de que me agradezcan o de figuración? Con Jesús durante el día.   «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se salvará» (Mt 8, 8). Abrazaré al sufriente, acompañaré al que padece algún dolor con palabras de ánimo y con mi cercanía. Con Jesús por la noche.   Agradezco a Jesús el d

Un estilo desapercibido

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24 de junio Con Jesús por la mañana.   ¡ Qué grandeza la de Juan el Bautista! La verdadera grandeza cristiana es hacerse pequeño y desaparecer a tiempo para no estorbar a Jesús. Así lo dijo e hizo Juan: “Es necesario que Él crezca y que yo desaparezca” (Jn 3, 30) . Humildad y de la buena, esa fue la principal virtud de este santo a quien no mareó la fama, ni el poder, ni “el qué dirán”. Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa. No buscaré los primeros lugares, seré discreto para hablar, para ayudar para estar con los demás tratando de que mi presencia no se note. Con Jesús durante el día.   ¿Cómo es mi modo de estar entre los demás? ¿Busco los primeros lugares y que se note que estoy? Tomaré un estilo más desapercibido. Con Jesús por la noche.   Agradezco al Corazón de Jesús el día. ¿Pude renunciar a ser visto, o a ser notado para crecer en sencillez y discreción? ¿Qué siento cuando ocupo el escenario de las situaciones? ¿Opaco a otros con

Cambio de actitud

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Con Jesús por la mañana.   “Jesús introduce así una verdadera revolución. El código de santidad generaba una sociedad discriminatoria y excluyente. El código de compasión propuesto por él genera una sociedad compasiva, acogedora e incluyente, incluso hacia esos sectores sin honor y respetabilidad. La experiencia que Jesús tiene de Dios no conduce a la separación y exclusión, sino a la acogida, al abrazo y la hospitalidad.” (José Antonio Pagola). Ofrezco el día al Corazón de Cristo por las intenciones del Papa. Medito hoy: ¿Cómo son mis actitudes respecto de las personas que considero “diferentes”? ¿Tengo actitudes de inclusión y compasión a imitación del Corazón del Señor? Con Jesús durante el día.   «No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre del Cielo» (Mt 7, 21). Buscaré acercarme con amor y respeto a quienes, dentro de mi trabajo o mi comunidad, se sienten al margen de la aparente mayoría, p

¡Hola! Bienvenido

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Con Jesús por la mañana.   Saludar a quienes encontramos durante nuestro día significa expresar que eres bienvenido a la existencia. Para las culturas orientales el saludo es manifestación del reconocimiento de la existencia de la otra persona. Es como decirle “te saludo, por tanto, existe hoy. Te recibo hoy y este mundo te recibe en este saludo”. Es el primer gesto de cercanía con una persona, y a veces olvidado y desvalorizado en la cultura acelerada en que vivimos. ¡Despierta y saluda al día que te acoge y a los seres que encuentres a tu paso, como signo de agradecimiento por su existencia! Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa. ¿Me detengo a saludar habitualmente a quienes encuentro a mi paso? Hoy recibiré la Vida en cada ser que encuentre en mi día. Con Jesús durante el día.   «Por sus frutos los reconocerán. Un árbol sano da frutos buenos, un árbol enfermo da frutos malos» (Mt 7,17,) Saludaré con bondad a los demás, porque por amor he si

Elección personal

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21 de junio Con Jesús por la mañana.   “Entonces el Rey dirá…Vengan a mis benditos de mi Padre...Porque tuve hambre… tuve sed… era emigrante… estaba desnudo… estaba enfermo… estaba encarcelado” (Cfr Mt 25, 31-45). “Cada grupo se dirige al lugar que ha escogido. Los que han orientado su vida hacia el amor y la misericordia terminan en el reino del amor y la misericordia de Dios. Los que han excluido de su vida a los necesitados se autoexcluyen del reino de Dios, donde sólo hay acogida y amor.” (José Antonio Pagola). Ofrezco el día por las intenciones del Papa. ¿Hacia dónde oriento mi vida? ¿Qué lugar he escogido para los necesitados en mi vida? Con Jesús durante el día.   «Traten a los demás como quieren que los demás los traten. En eso consiste la ley y los profetas» (Mt 7, 12) Me acercaré a una obra de misericordia para dar de comer al hambriento, de beber al sediento, visitaré un enfermo o a un preso, vestiré al desnudo. Con Jesús por la noche.   Agradezco al Cor

Proveedor de afecto

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20 de junio Con Jesús por la mañana.   Los problemas económicos y los hogares vulnerables, las malas elecciones de vida o los problemas de adicciones, las peleas familiares o situaciones de abuso o maltrato, la pérdida de algún ser querido, son solo algunos de los motivos que llevan a una persona a vivir en la calle. Pero lo más determinante es la falta de contención afectiva. Para ayudarlos debemos estar dispuestos a involucrarnos en sus vidas. Jesús lo ha hecho contigo, ¿lo harás tú por ellos? Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa, ¿Llevo esperanza a quién se siente marginado? ¿Sé escuchar en forma activa? Con Jesús durante el día.   «No juzguen y no serán juzgados. Del mismo modo que ustedes juzguen se los juzgará. La medida con la que usen para medir la usarán con ustedes» (Mt 7, 1-2) Conversaré con alguien que viva en situación de calle. Me pondré a disposición de sus necesidades más urgentes. Con Jesús por la noche.   Doy graci

Recuperar la dignidad

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19 de junio Con Jesús por la mañana.   Seguro que te has cruzado con ellos. Pasan días enteros sin bañarse, con ropa sucia o rota, porque no las compraron para ellos. Pasan hambre, sufren adicciones, están expuestos a la violencia y tienen un denominador común: una mirada de dolor que pide ayuda a gritos. A simple vista la calle parece igualar a todos, pero detrás de cada uno de ellos se esconde una historia diferente. Existe un por qué la vida los dejó al desamparo, sin techo, sin afecto ni cobijo. ¿Podemos ayudarlos a que recuperen su dignidad? Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa. Cuando camine por las calles y plazas, me acercaré con cariño a quienes allí viven, como lo haría el Corazón de Jesús. Con Jesús durante el día.   «El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame» (Lc 9, 23) ¿Has visto a Jesús en las calles? Es ese que necesita de tu ayuda. Con Jesús por la noche.   Agradezco a Jesús por