NOS MIRARÁ No tenemos en nuestras manos la solución a los problemas del mundo; pero, frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará las manos. No tenemos en nuestro corazón ternura para calmar tantos mares de violencia; pero, frente a esos mares de violencia, tenemos nuestro corazón. Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará el corazón. No tenemos en nuestras entrañas consuelo para serenar este valle de lágrimas; pero, frente a este valle de lágrimas, tenemos nuestras entrañas. Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará las entrañas. No tenemos en nuestra cabeza sabiduría e inteligencia suficiente para cambiar las cosas que no funcionan pero, frente a la realidad nos queda la dignidad. Cuando el Dios de la historia venga, nos preguntará por nuestra dignidad. No tenemos en nuestro poder la palabra con autoridad que manda y, obedecida, cambia situaciones y circunstancias, pero, frente a esas situaciones, tenemos pala...