“¡África, alaba al Señor! Todas tus gentes y tus tierras, Desde El Cairo hasta Ciudad del Cabo, Desde Dar es Salaam a Lagos... ¡Alabad al Señor! Todas los seres grandes, El monte Kilmanjaro y el río Nilo, El valle Rifa y la llanura de Serengeti, Los gordos baobabs y los umbrosos árboles del mango, Los eucaliptos y los tamarindos, Los hipopótamos y las jirafas y los elefantes... ¡Alabad al Señor! Todos los seres pequeños, Las hacendosas hormigas negras y las pulgas saltadoras, Los renacuajos coleantes y las larvas de mosquito, Las langostas voladoras y las gotas de agua, Los granos de polen y las moscas tse-tse, Los granos de mijo y los higos silvestres... ¡Alabad al Señor! Todas las cosas afiladas, Las puntas del sisal y las altas cañas, Las lanzas de los Masai y las flechas de los Turkana, El cuerno del rinoceronte y los dientes del cocodrilo... ¡Alabad al Señor! Todas las cosas suaves, El serrín y las cenizas y la lana, Las esponjas y lo...