La encarnación es un misterio que nos deja sin palabras  ¡Dios, decide encarnarse por AMOR!
Se hace pequeñito como un bebé para poder entrar en nuestro corazón-pesebre y crecer allí.
Señor, tan grande y tan pequeño a la vez. Necesitamos de tus primeros balbuceos para aprender a pronunciar palabras de amor. Necesitamos de tus  primeros pasos para aprender a caminar por las sendas del bien. Necesitamos de tu Madre, la nuestra, para aprender a decir SI, a su modo. Necesitamos de tu ternura de recién nacido para acoger entre nuestros brazos a todos los niños del mundo. Necesitamos de tu deseo de leche, alimento de tu Madre, para reconocernos instrumentos  nutricios de nuestros hermanos.
Ven Jesús a nuestros pesebres. Nace y crece allí…Te esperamos con gozo y esperanza. Nuestros corazones desean recibirte porque sin tu presencia se secan.

@Ale Vallina

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