Comprometerse



Día 11

Santísima Trinidad

Con Jesús por la mañana. «La fiesta de la Santísima Trinidad nos invita a comprometernos en los acontecimientos cotidianos para ser levadura de comunión, de consolación y de misericordia. En esta misión somos sostenidos por la fuerza que el Espíritu Santo nos dona: cuida la carne de la humanidad herida por la injusticia, la opresión, el odio y la avaricia.» (Papa Francisco).  Ofrécete por la intención del Papa y ayuda a alguna institución que trabaje en atender a las víctimas de la guerra.

Con Jesús por la tarde. «Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3, 17). ¿Eres de los que juzgan lo que hacen los otros o de los que buscan cómo construir un mundo mejor?  ¿Hoy cómo te sitúas ante los acontecimientos del día? Busca el silencio interior.  Siente los latidos de tu corazón y el ritmo de tu respiración, mientras repites: «A ti, gloria y alabanza por los siglos, Señor».

Con Jesús por la noche. Serénate. ¿Cuáles fueron las experiencias de la semana que te hicieron presente a Dios? ¿Hubo pensamientos, acciones u omisiones que se reiteran? ¿Hay algo que descubres que podría cambiar en la semana que inicias? Cierra los ojos, respira hondo y busca la quietud interior para encontrarte con Dios.

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