La visita




30 de mayo

Con Jesús por la Mañana. “Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó con voz fuerte: Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre. ¡Dichosa tú que creíste!". (Lc 1,41-45). Dios visita a Isabel en el seno de María. María se convierte en “Buena Noticia” para su prima. Seamos visita de Dios para los demás, que nuestra presencia y cercanía sea “Buena Noticia” para otros. Piensa, tu presencia, ¿es signo de alegría para los demás?

Con Jesús durante el día.  Hoy seré “visita de Dios” para otros acercándome con un gesto de servicio, ternura y alegría haciendo sentir a otros que son personas dignas de amor.

Con Jesús en la noche. Agradezco las visitas de Dios en mi vida a través de las personas que me quieren. ¿Me acerqué hoy a los demás con la disponibilidad de María? Pido perdón. Seré más amable y solícito en el trato con otras personas.

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