Las palabras humanas
apagaron el amor y las estrellas, 
anochecieron la vida...

Por eso tienes que venir, 
oh urgente Niño,
a lo profundo de esta noche
ya medio construida,
para implantar la paz,
el sueño y la canción,

¡Verbo eterno de Dios,
hecho a nuestra medida!

Manuel Simöes

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