La beatificación del cura José Gabriel Brochero, aprobada por el papa Benedicto XVI, hizo estallar de júbilo a los feligreses de su pueblo natal Villa Santa Rosa y de Villa Cura Brochero, Córdoba, Argentina, donde desarrolló su obra social y religiosa. En ambos lugares tronaron campanas, pirotecnia y gritos de algarabía de la gente que adoptó a Brochero como un símbolo.
No sólo asistió enfermos y salvo vidas, sino que promovió una casa de retiros, una escuela para niños, la construcción de caminos y la extensión del ferrocarril.
Un hombre bueno y entregado a Dios.
Beato Brochero ruega por nosotros!

Comentarios