CREO...
¡Creo!
Salto de júbilo,
porque Tú solo llenas
este gratuito hueco de existencia.
Tú solo tienes
la palabra que en silencio me convence.
Tú solo llegas
cuando todo, todo, todo
ya se ha ido.

¡Creo!
Creo y me entrego,
me hundo,
vuelo,
y me quedo sin aire,
sin vida,
sin mí mismo dentro.
Y esto es la fe.
Y lo demás
silencio.

Víctor Manuel Arbeloa.

                

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