Como los Magos, que dejaron muros de piedra y siervos.
Como los Magos, que siendo ricos,
fueron buscando al que era pobre.
Como los Magos, que poseyéndolo todo,
supieron ver en el fulgor de una estrella
lo que les faltaba en lo más hondo de sus entrañas,
para ser inmensamente poderosos y ricos.
Como los Magos;
también queremos ser estrellas de tu amor divino.
Y, los que están solos, sientan tu cercanía,
o los que viven el odio, beban tu inmenso amor.
Como los Magos, también nosotros, Señor,
queremos ser estrellas que anuncien una nueva Luz,
una nueva Vida, un nuevo Reino, un nuevo corazón.
¡Estrellas de tu amor, Jesús!
Que en sus puntas destelle tu eternidad y tu bondad.
Que en sus centelleos apunte la claridad de tu rostro.
Que en su ruta nos señalen el camino hacia el perdón.
Que en su mensaje aprendamos
a ser peregrinos en busca de la paz
que nace y brota en Belén.
¡Estrellas de tu amor, Jesús!
Para que, en el espacioso y estrellado cielo,
sigan sonando las trompetas
de un Dios que sale a nuestro encuentro.
De un Dios que, además de Palabra,
es abrazo y obra que, desprendiéndose
y soplando a las nubes,
se encarna y disfruta siendo hombre.
¡Estrellas de tu amor, Jesús!
Que el eco de la Santa Navidad nunca se apague
y, pueblos incrédulos y rascacielos cerrados,
se abran a tu presencia humilde y tierna.
Como los Magos, oh Señor,
queremos volver a nuestros lugares,
a nuestra encrucijada,
al duro camino de cada día,
siendo estrellas que anuncien tu Reino.
P. Javier Leoz

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