La capacidad de asombro es un don espiritual.
Es la capacidad de reconocer, apreciar y disfrutar los muchos regalos de Dios,  la belleza y las maravillas de la creación y el misterio del reino de Dios dentro de nosotros y en nuestro entorno.
Sin la capacidad de asombro, una rosa es solamente una planta.  Su aroma, su color y su forma no nos deleitan de manera especial, y mucho menos nos llevan a maravillarnos del hecho de que Dios haya puesto una cosa tan bella en nuestro mundo.
Dios creó todo el mundo (minerales, plantas, animales y a los seres humanos) como un regalo para nosotros.  Sin la capacidad de asombro no podemos ver todo esto como un signo del amor de Dios por nosotros.  ¿Cómo entonces reconoceremos a Jesús como Emmanuel, Dios con nosotros, o lo recibiremos como el mayor regalo del amor de Dios  hacia nosotros?
 Rebekah Rojcewicz

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