Paciencia y perdón



Día 2

Con Jesús por la mañana. «Centrad vuestro pensamiento en la pasión de nuestro Señor Jesucristo, que, por el amor que nos tenía, bajó del cielo para redimirnos; que por nosotros sufrió toda clase de tormentos de alma y cuerpo, y tampoco evitó suplicio alguno. Con ello nos dejó un ejemplo soberano de paciencia y amor. Debemos, pues, tener paciencia en las adversidades» (S. Francisco de Paula). Ten paciencia y deja pasar aquellas actitudes de tus hermanos que te molestan. Apúrate a sonreír y descubre los aspectos positivos de ellos. Ofrece tu día por la intención del Papa.

Con Jesús por la tarde. «Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y ninguno que esté vivo y crea en mí morirá jamás. ¿Crees esto?» (Jn 11, 25). Jesús es la resurrección y la vida. ¡Cree! Jesús da nueva vida. No te desanimes y anima a tus hermanos. Repite al ritmo de tu respiración, «Señor, muéstrame dónde hay vida de verdad»

Con Jesús por la noche. Serénate. ¿Cómo ha sido tu fin de semana? ¿Qué momentos te han enriquecido? ¿Has actuado mal con alguna persona? ¿Cómo te dispones a comenzar tu semana? Cierra los ojos, respira hondo y busca la quietud interior para encontrarte con Dios.


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