Hacer el bien



Día 8

Con Jesús por la mañana. «Cuando el Señor llama, es siempre a hacer el bien a los demás, sea en la vida religiosa, en la vida consagrada, o sea en la vida laical, como padre y madre de familia. La finalidad es la misma: adorar a Dios y hacer el bien a los otros" (Papa Francisco). Tienes ante ti un nuevo día. Toda una jornada que Dios te concede para adorarle y hacer el bien. Ofrece tu día por la intención del mes. Haz el bien en todo lo que puedas. ¿Hay alguien con quien te cuesta especialmente hacerlo? Busca momentos para la oración, la adoración y la alabanza.

Con Jesús por la tarde. «En aquél tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él»" (Jn 11, 45-48). Haz una pausa en tu día para renovar tu fe en Cristo Jesús, mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.

Con Jesús por la noche. Agradece y entrega el día. Busca un lugar tranquilo, respira hondo y hazte consiente que estás en presencia de Jesús. Da gracias por el día vivido. ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Qué hecho quedó resonando en ti? Tómate un momento. ¿Qué quieres entregar a Jesús? 

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