Un nuevo corazón



Día 10

Con Jesús por la mañana. Hay momentos en los que necesitamos recurrir a aquellas palabras del salmista: «Crea Señor en mí un corazón puro. Renuévame por dentro con espíritu firme» (Sal 50, 10). Tenemos necesidad de purificar nuestras intenciones, motivaciones, pensamientos y sentimientos. Buscamos ser consolados, y no siempre nuestro consuelo hacia los demás es desinteresado. Queremos que nos comprendan, pero somos lentos para comprender más a los demás; deseamos ser amados incondicionalmente, pero no siempre estamos dispuestos a amar sin medida. ¿Tu generosidad y entrega son desinteresadas? Reza y ofrece el día por la intención de este mes. Realiza buenos gestos y acciones con los demás, sin esperar reconocimiento.  

Con Jesús por la tarde. «Levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que significa: "Ábrete". Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente..."Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (Mc 7,31-37). ¿Escuchas tú a Dios? ¿Proclaman tus labios sus bondades? repite al ritmo de tu respiración: " Jesús, abre mis oídos y mis labios" mientras renuevas el propósito del día.

Con Jesús por la noche. Recuerda a las personas y agradece. Trae a la memoria las personas con las que has compartido hoy. ¿Qué te han dejado? ¿Cómo ha sido ese encuentro? ¿Qué le agradeces? Aún las situaciones difíciles nos dejan enseñanzas.  

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