Mi vida hasta el final




18 de junio

Con Jesús por la mañana.   “Lejos de la lucha a muerte de cada día por competir por el triunfo, lejos de las ambiciones, de cosas vanas, he centrado mi vida y la he visto con sentido en lo trascendente. Quiero seguir viviendo, denso, profundo, mi tiempo interno. Aunque mi cuerpo enfermo no me responda, me siento lleno; agradezco a la vida lo que me da. ¡Quiero vivir mi vida hasta el final! (J. García Velázquez Segovia, poeta español). Ofrezco mi día por las intenciones del Papa, ¿Cuántas veces he valorado la vida de los más ancianos de mi familia?  ¿Enseño a los más jóvenes a cuidar la vida de los mayores?

Con Jesús durante el día.  «Nadie puede estar al servicio de dos señores, pues u odia a uno y ama al otro o apreciará a uno y despreciará al otro. No pueden estar al servicio de Dios y del dinero» (Mt 6, 24). Ofreceré mi compañía a quién lo necesita por amor a Dios. Seré cordial en el trato.

Con Jesús por la noche.  Agradezco al Corazón de Cristo la jornada vivida. ¿Fui cariñoso con los mayores? ¿Intenté que se sintieran útiles e importantes? ¿Disfruté de la riqueza de cada encuentro? ¿Cómo me sentí haciéndoles compañía? Pido perdón. Mañana tendré gestos de amor con quienes estén transitando la etapa de su vejez. Corazón bondadoso de Jesús cautiva mi corazón.

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