Aceptar límites




Con Jesús por la mañana.  “Y también los ancianos son abandonados, y no en la precariedad material. Son abandonados en la egoísta incapacidad de aceptar sus limitaciones que reflejan las nuestras, en los numerosos escollos que hoy deben superar para sobrevivir en una civilización que no los deja participar, opinar o ser referentes según el modelo consumista de sólo la juventud es aprovechable y puede gozar” (Papa Francisco). Ofrezco mi día al Sagrado Corazón por las intenciones del Papa. ¿Cómo me relaciono con los ancianos cercanos a mi vida? ¿Me molestan sus limitaciones?

Con Jesús durante el día.  Visitaré a una persona anciana cercana y me interesaré por su vida, lo escucharé, lo atenderé en alguna necesidad.

Con Jesús por la noche.  Agradezco a Jesús por el día. ¿Qué sentimientos me ha dejado hoy compartir con la vida de una persona anciana? ¿Soy tolerante con las limitaciones? Pido perdón. Mañana seré compasivo a imitación del Corazón de Jesús.

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