Me preguntaba mientras leía el diario digital en la mañana, por qué no hay lugar para las buenas noticias. Por qué vende lo malo cuando existen tantas buenas novedades y sucesos. Claro que exíste la maldad, los  asesinatos y los atentados. De hecho ayer hubo un feroz ataque en un centro comercial en Kenia, que dejó el triste saldo de decenas de muertos y heridos…y así la lista de maldad sigue.
Pero me pregunto: es que acaso no hay buenas nuevas que publicar?. Cada día en nuestro bendito planeta nacen miles de miles de niños. La mayoría de ellos se convertirán en adultos, hombres y mujeres de bien. Personas que se levantarán cada uno de sus días para trabajar, estudiar, cuidar a sus familias y crear un mundo mejor… Cada día cientos de miles de personas actúan en favor de sus hermanos, curan heridas del cuerpo y del alma, protegen la fauna y la flora del planeta, luchan contra el aborto y la trata de personas, atienden solícitamente a sus familias y educan e instruyen a muchos miles. Cada día se despiertan soñadores y creativos, visionarios e idealistas que conciben “ideas madre” de proyectos maravillosos para el bien común. Cada mañana hay gente que se cae y otra que la ayuda a levantarse…
No me resigno a leer y a deglutir solamente malas noticias. También hay de las otras, más abundantes aún…pero nos hemos acostumbrado a las catástrofes, al delirio y a la locura; y nos hemos olvidado de mirar lo bueno, lo bello, lo candoroso y "divino" que nos habita y que nos rodea…
Que hoy Señor, veamos lo noble e intentemos serlo…Con tu ayuda.

@Ale Vallina

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