La Madre de Dios, nuestra Virgen María, terminado el curso de su vida en la tierra fue llevada en cuerpo y alma a los cielos. Así lo quiso Dios.
María, la llena de gracia, la mujer del sí al Señor, nos recuerda que la última palabra en nuestra historia siempre la tiene Dios…
@Ale Vallina.

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