Quién nutre al Evangelio en Casa?
Quién lo guía con hilos invisibles?
Quién provoca el encuentro de personas, de almas y de corazones?
Quién convoca? Quién reúne? Quién es el que llama?
Eres Tu, Señor. Sin ninguna duda así lo sentimos. No se trata de un proyecto propio, sino de un servicio al que nos has llamado.
No permitas que nos creamos dueños de este espacio. Somos tus administradores. Hasta que lo quieras, mientras lo desees, por el tiempo que Tu decidas. Provoca en nosotros la humildad de los sencillos que saben que no actúan por sus medios, sino que son simples instrumentos.
Somos cuerdas Señor,  tocadas por el verdadero Artista…
Amén.



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