Señor perdona mis faltas y enojos, Indigna soy de tu Amor, y sin embargo sólo en él encuentro cobijo y calma. Todo me viene de Ti, y es por tu gracia que estoy en la vida. Quiero servirte, pero de a ratos soy cómoda y me quedo en espacios seguros.  Deseo dar vida a la misión que me encomiendas  y cumplir tu  Palabra. No permitas que esquive tu mirada ni la de mis hermanos necesitados. Sacúdeme si es necesario, despiértame de mi letargo y llámame cada día a servirte. No aceptes un no por respuesta. No quiero ser tibia. Mi corazón te necesita. Anida en mi alma, Señor…
@Ale Vallina

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