Las curaciones de Jesús no son solo actos unilaterales, Jesús incluye a quien va a ser curado. El enfermo a curar no es un elemento pasivo, sino activo de la curación. Nuestras heridas y dolencias no son erradicadas de golpe como si se nos borrara la memoria, se trata de un proceso a veces doloroso en el que nos curamos de aquellas cosas que nos hacen daño. Y Jesús nos acompaña en ese proceso…
P. Víctor Hugo Miranda, SJ

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