Junto a María





Con Jesús por la mañana.  Decirle sí a Jesús es decirle como María que lo amamos con toda nuestra vida y que Él ocupa el centro de nuestro corazón, aunque a veces no sepamos bien a dónde nos lleva el camino. A María se le anunció un imposible, estaba embarazada del mismo Dios y sería la Madre del Salvador. Ella creyó sin saber bien a dónde la llevaría su “sí”. A veces el camino es incierto y la realidad, insegura y oscura. María sabe de estas cosas. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cómo sobrellevas tus incertidumbres? ¿Dónde pones tu confianza?

Con Jesús durante el día.  «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente y al prójimo como a ti mismo» (Lc 10, 27). Habla con María durante tu día. Haz un acto de confianza en el Amor incondicional de Dios. Brinda confianza a otros en tus gestos y tus palabras de hoy.

Con Jesús por la noche.  Agradezco a Jesús el día. ¿Pude poner mi confianza en Dios en las situaciones que no tienen explicación? ¿Transmití confianza a otros? Pido Perdón. Mañana confiaré en que el amor de Dios sostiene mi vida. Pido para que los pueblos indígenas descubran el amor incondicional de Dios que los sostiene aún ante la incertidumbre de su realidad frente al avance de otras culturas.

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