DIA 9

Con Jesús por la mañana. “Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer. De manera que ni el que planta ni el que riega son nada, sino Dios que hace crecer. El que planta y el que riega trabajan en lo mismo, cada uno recibirá su salario según su trabajo. Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios.» (1Cor 3,6-9). El crecimiento interior no es una carrera por el "trofeo" sino una experiencia de Dios.

Con Jesús durante el día. Durante mi tarea cotidiana dejaré que Dios riegue las semillas de paciencia, tolerancia, bondad y amor que sembró en mí. No reaccionaré con agresiones ni palabras groseras a los demás.

Con Jesús por la noche. Agradezco lo que viví hoy. Recojo los sentimientos y pensamientos más fuertes del día. ¿Hacia dónde me han conducido? Hoy, ¿me dejé llevar por la semilla de la intolerancia? Pido perdón. Mañana, estaré más atento para no dejarme mover por semillas que hieren a los demás.

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