Llega un momento en el que tienes que aprender a despojarte de la mirada dramática de la vida y comenzar a creer que es posible descubrir un modo nuevo de contemplar el mundo. Necesitamos aprender a mirar con los ojos de Jesús. Cuando estamos en comunión con Dios aprendemos a percibir los acontecimientos de nuestra vida como una gran oportunidad para la madurez humana y espiritual.

P. Javier Rojas, sj

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