Cuanto más interioricemos que es Dios quien ejecuta nuestra trabajo, más crecerá en nosotros esa paz que el mundo no puede ni dar ni quitar, y más hacedores de paz seremos en este sentido tan especial de la expresión. Ello nos liberará de la presión de basar nuestra autoestima en nuestros éxitos y, a cambio, hará que nos planteemos prioridades diferentes y que escojamos actividades distintas y, por encima de todo, que realicemos estas actividades de otro modo.
Piet van Breemen sj

Comentarios