Si estás cansado y agobiado. Si el fin de año ha llegado con infinidad de exigencias laborales o familiares. Si sientes que los días se pasan volando y apenas te alcanzan para todo lo que te habías propuesto. Si percibes que estás envuelto en el torbellino de los “debería hacer”, “debería ser”, “debería alcanzar”. Si te sientes malhumorado u ofendido…Cálmate. Respira. Flexibiliza tu mirada. Enfócate en tus logros, en tus seres amados incondicionales, en todas las montañas que has subido, en todos los puentes que has cruzado y en todos los escollos que has superado.
Y, por sobre todas las cosas, posa tu mirada en El que pronto llega. Él viene a traerte la esperanza que hoy te falta y la paz que tu corazón anhela.
No te inquietes de más. Enfócate en el Niño que te viene…
@Ale Vallina

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