En ocasiones nos abruma más la piedrita que llevamos dentro del zapato que el camino que tenemos por delante. Esas pequeñas molestias cotidianas suelen reducir nuestra energía vital, y de algún modo, van tiñendo de agobio las horas, los días y las semanas.
¿No será, acaso, que te tomas las cosas demasiado a la tremenda? ¿No será quizá que te has olvidado de una buena siesta, de un mate con los amigos o de una buena lectura? ¿Cuándo fue la última vez que soñaste con los ojos abiertos? ¿Hace cuánto que no te relajas y te diviertes sin pensar en el mañana?
Tal vez, si comenzaras hoy a sacudir el zapato, notarías que la piedrita es pequeña pero que de tanto andar sobre ella te está hiriendo intensamente.
Claro que hay problemas reales. El hambre, la violencia, las guerras evidentes y las no tanto, la contaminación….pero de lo que hoy hablo aquí es de las absurdas heridas que nos auto infligimos, de los fantasmas que inventamos y de los problemas que nuestra mente crea…
¿Y si comenzaras hoy por tomarte a ti mismo menos en serio? ¿Y si aprendieras a no tratarte con tanta dureza?
Te recuerdo que de perfectos los seres humanos no tenemos nada. Existen sí, personalidades muy exigentes, y lo lamentable es que cuando se dan cuenta de que no todo depende de ellos, y de que la perfección es un bien inalcanzable acá en la tierra…ya han perdido la salud, la alegría y el entusiasmo.
Tómate tiempo para soñar, para reír, para caminar, para leer, para rezar, para visitar gente querida, para abrazar, para asombrarte, para conversar, para permanecer en silencio, para ayudar a los demás, para realizar tu hobby preferido, para jugar con tu perro, para saborear un rico plato…Y para dar ánimo, alimentos y afecto a los más necesitados.
La navidad como todo comienzo, es el tiempo apropiado para sacudir esas piedritas que molestan y para que, liberados de ellas, podamos hacerle lugar al que de verdad nos da felicidad duradera...y que nos ama así como somos…

@Ale Vallina.

Comentarios