Así imagino cómo nos lleva Jesús cuando nuestras fuerzas menguan. Y no solamente cuando nuestras fuerzas disminuyen, así nos carga el Señor cuando andamos distraídos o adormilados por la vida. Confundidos o perplejos, Él nos carga. Amorosamente. Y nos conduce, si lo dejamos, de nuevo al camino de la paz y del orden que sana.
Jesús, Camino, Verdad y Vida...
@Ale Vallina.

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