¿Quién no ha sido víctima alguna vez de la estupidez recalcitrante de alguien que por su rigidez mental no es capaz de cambiar de opinión o intenta imponer sus puntos de vista a toda costa? Estas mentes cerradas además de ser un problema para ellas mismas, también lo son para la sociedad en la que viven, pues impiden el progreso y permanecen ancladas en un pasado que quieren perpetuar a cualquier precio.
Walter Risso.

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