Mansedumbre es una palabra de origen griego, y significa aquella disposición tranquila y equilibrada del espíritu. No se refiere a una persona timorata o insegura. Tampoco se trata de alguien débil o frágil. El manso de corazón es el que posee la cualidad de perdonar injusticias y corregir sus faltas. Es el que tiene fe en la Providencia de Dios porque se sabe hijo de un Padre de Amor. No necesita exasperarse porque es señor de sí mismo, y sabe que Dios siempre lo lleva en la palma de Su mano…
Nuestra oración de hoy puede ser: “Señor quiero aprender a ser manso y humilde como lo es tu Hijo Jesús…”
@Ale

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