¡Ámense!
Con un amor que los llene de alegría y felicidad, tanto como de ánimo y sostén. 
Con un amor que los inunde de confianza. 
Con un amor que los haga fijar la mirada en Dios, porque Él es amor.
Con un amor que los ayude a soportar tiempos de prueba y dificultad. 
Con un amor paciente, tolerante y comprensivo. 
Con un amor que sepa secar lágrimas y los proteja en un abrazo... 
Con un amor que no falle o se desvanezca ante la adversidad. 
Con un amor que esté comprometido a crecer y llevar fruto. 
Con un amor que sea lento para la queja y pronto para el elogio. 
Con un amor que construya puentes de reconciliación. 
Con un amor que sepa acercarse con respeto, que sepa escuchar y también aceptar silencios.
Con un amor siempre dispuesto a animarlos cuando aflojen y a impulsarlos en sus sueños. 
Con un amor creativo que encuentre siempre la manera de decir cada día: 
"Cuán especial sos"

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