Hay muchas personas que esperan a Dios o que esperan a llenar sus vidas y sus almas, y no acaban de descubrir que Dios y sus almas están ya en lo que están haciendo y viviendo, en sus amigos y vecinos, en el amor que malgastan por creerlo menos importante. Esperan que alguien les guíe y sostenga, y se olvidan de amar. Esperan un tesoro y malgastan su verdadera herencia. (José Luis Martín Desclazo)

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