La juventud y la vejez son estados del alma. No tienen que ver con los años de vida que tengamos, ni con las canas que peinemos...
Hay jóvenes ancianos, y gente mayor jovial y llena de energía. 
Hay quienes dicen tener 25 años, pero en su apariencia y criterios han quedado fosilizados. Por el contrario, están los que ya acumulan decenas de primaveras y continúan soñando, creando y amando.
Recuerda que envejeces cuando te vuelves autoritario, intransigente, negativo, y cuando te niegas a aprender, a dialogar y a revisar tus esquemas de vida.
Que Dios nos conceda crecer en el amor, madurar en los afectos, y una persistente alegría ante cada nueva experiencia...tengamos 20,40 o 70 años...
@Ale Vallina.

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