Ayudar a los pobres



Día 15

Con Jesús por la mañana. «Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo» (Papa Francisco). ¿Reconoces a las personas marginadas en tu comunidad? ¿Participas de alguna iniciativa para mejorar sus condiciones? Ayuda a una persona necesitada entregando comida, alimento, vestido, compañía a quien lo necesite. ¡Hazlo con amor! Ofrece tu día por las parroquias, para que a través del servicio sean testimonio de la caridad.

Con Jesús por la tarde. “¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacarte la pelusa de tu ojo, cuando no ves la viga del tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver claramente para sacar la pelusa del ojo de tu hermano” (Lc 6, 39-42). No juzgues y no serás juzgado pues la medida que uses con tu hermano será usada para ti. Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, dame entrañas de misericordia ante toda miseria humana”.

Con Jesús por la noche. Haz memoria del día. Recuerda paso a paso lo vivido hoy ¿Qué sentimientos has experimentado a lo largo del día? ¿Reconociste el paso de Dios en algún acontecimiento? ¿Qué actitudes te facilitaron el encuentro con tus hermanos? ¿Hay algo que te hubiera gustado que fuera diferente?

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