Encarnar la esperanza



Día 9

Domingo de Ramos

Con Jesús por la mañana. «Hace siglos Jerusalén fue signo de todos los pueblos del mundo. Y así como Jerusalén vivió aquél Domingo de Ramos bajo la luz de su esperanza sus realidades de entonces, ahora cada ciudad, cada nación, cada pueblo, este domingo encarna esa esperanza que Cristo trae, en las propias realidades nacionales, en las propias realidades de nuestra vida." (Beato Óscar Romero). Iniciamos la Semana Santa: ¿cuáles son hoy las esperanzas, las ilusiones, las angustias, los proyectos, los fracasos de la gente que me rodea? Participa con toda la Iglesia en los oficios de Semana Santa.. Ofrece tu día.

Con Jesús por la tarde. «Jesús les dijo: –Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quedaos aquí y permaneced despiertos conmigo» (Mt 26, 38). Hay días de felicidad, de éxito, de alegría, pero también días tristes, de contradicción y fracaso. Mira hoy estos días a la luz del Señor. ¿Hasta dónde sigues tú a Jesús? ¿Eres como la muchedumbre, que pasa de aclamarle a pedir la crucifixión? Actualiza el propósito del día y pide: “Jesús, que te siga hasta el fin”.

Con Jesús por la noche. Repasa tu semana. Jesús te acompañó toda la semana estuvo contigo y permanece en ti. Repasa lo que has vivido en la semana para reconocer a Dios en todas las cosas. ¿Qué sentimiento predominó? ¿En qué momentos te has sentido pleno? ¿Qué te hubiera gustado que fuera diferente? 

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