El cuidado personal

DÍA 1

Con Jesús por la mañana. “¡Escuchen con atención! Salió un sembrador a sembrar” (Mc 4,3), El Padre es el sembrador quien siembra en su campo, nuestros corazones, la buena semilla de su Palabra. De nosotros depende arar el campo, preparar la tierra, removerla, abonarla para que al caer la semilla encuentre el sustrato y los nutrientes que le permita germinar, crecer y dar fruto a su tiempo. 

Con Jesús durante el día. Hoy me propongo cuidar la tierra de mi corazón de pensamientos y sentimientos que lo endurecen. Buscaré abonarlo con gestos tiernos hacia los demás, principalmente con los que estoy enemistado, para mantener la tierra libre de durezas. 

Con Jesús por la noche. Agradezco por el día de hoy. ¿Qué sentimientos y pensamientos rondaron en mi mente y corazón? Hoy, ¿Aboné pensamientos que alimentaron rencores, envidias, celos, etc.? Pido perdón. Mañana estaré más atento a que los pensamientos y sentimientos áridos no ensucien el corazón. 

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