Jesús sana los corazones heridos. Jesús acompaña en las horas de desconsuelo. Jesús asiste a los que caen, e  impulsa a levantarse a los que experimentan que sus fuerzas flaquean. Jesús abraza a los que están necesitados de afecto. 
Jesús tiene palabras de Vida Eterna...
Prueba de cerrar tus ojos y sentir el abrazo cariñoso de Jesús. Advierte como su calidez te aquieta y serena, y como ese abrazo te acompaña durante toda la jornada.
Recuerda que lo "esencial es invisible a los ojos", y que el abrazo de Jesús es esencial para caminar nuestra vida. Sin Él los días son grises. Con Él, todo brilla...
@Ale Vallina 

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