Dios dirigió a nuestro mundo su última, más profunda, más hermosa palabra, en la Palabra hecha carne. Y esta palabra dice: te amo a ti; a ti mundo; a ti, ser humano. Estoy aquí: estoy contigo. Soy tu vida. Soy tu tiempo. Lloro tus lágrimas. Soy tu alegría. No tengas miedo. Si no sabes cómo seguir adelante, Yo estoy contigo. Estoy en tu miseria y en tu muerte, pues hoy he empezado a vivir y a morir contigo. Yo estoy en tu vida. Te prometo: tu meta es la vida. También para ti se abre la puerta.
 Karl Rahner

Comentarios