En los momentos de mayor tensión. En los momentos de prueba. Cuando el horizonte no se alcanza a vislumbrar y parece que no encontramos la salida a nuestros problemas, necesitamos recordar que las nubes pasan... 
Prueba de mover tus manos lentamente delante de tus ojos y mira pasar la la palma de derecha a izquierda, de izquierda a derecha. Mientras lo haces puedes recitar alguna jaculatoria, por ejemplo: "El Señor es mi pastor nada me puede faltar" o
" Señor en Vos confío", o aquella que sientas en tu corazón con mayor fuerza.
Repite este ejercicio unas cuantas veces y luego quédate en silencio sintiendo como el Señor te abraza...
@Ale Vallina

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