Se dice comúnmente que “ la esperanza es lo último que se pierde”. Y realmente deberíamos sentirlo y vivirlo de este modo.
La vida se empeña en mostrarnos, si es que deseamos en verdad ver, que tras las nubes espesas y oscuras del desaliento, hay un sol esplendoroso que brilla y da calor. Es cuestión de ver “más allá”, de esperar con paciencia, y de confiar en que como Santa Teresa de Ávila decía: “Todo se pasa. Dios no se muda…”
Las nubes se disiparán amigo/a. Y el sol saldrá. Ya verás .Cuaresma es el tiempo adecuado para experimentar la esperanza.

@Ale Vallina

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