No sé qué nos cuesta más; si soportar el sufrimiento o darnos cuenta de que estamos sufriendo. En ocasiones tengo la sensación de que hay personas que tienen una fuerza enorme para soportar el sufrimiento, pero son incapaces de darse cuenta de que están sufriendo. Pareciera que «darse cuenta» fuera aun peor que el dolor mismo que están padeciendo.
Hay muchas maneras de «matar la conciencia» para evitar darnos cuenta de la situación en la que nos encontramos. Sería muy larga la lista si nos pusiéramos a enumerar. Sin embargo, lo más importante es ¿por qué evitamos darnos cuenta del sufrimiento que estamos padeciendo?
Las razones pueden ser muchas, pero me gustaría al menos mencionar dos. La primera razón por la que una persona puede evitar darse cuenta del sufrimiento es porque de tomar conciencia tendría que salir de ese lugar, y tal vez, son muchos los beneficios que recibe dando lástima o despertando compasión a los demás. Lo que estas personas no saben es que el sufrimiento auténtico tiene un aroma distinto del que es propiciado para obtener algún beneficio. Mientras que el primero despierta compasión, el segundo despierta ira y rechazo.
Una segunda razón para evitar darse cuenta del sufrimiento puede ser el miedo a descubrir que tal vez el motivo se encuentra en sus propios actos. Darse cuenta de que uno se ha equivocado y por ello está sufriendo puede ser muy duro. Hay quienes prefieren convertirse en mártires y juegan a ser santos, cuando en realidad son personas incapaces de confesar sus culpas.
Si es cierto que en el futuro seremos gobernados por las máquinas, creo que será por la sencilla razón de que ellas no esconden sus fallos, sino que se valen de ellos para mejorar. Los que están familiarizados con las computadoras, pero sobre todo los que cuentan con algún dispositivo que tenga sistema android, se habrán dado cuenta que cuando una aplicación no responde salta un aviso en el que se ofrecen tres opciones. La primera es “cancelar”,  y ello significa que si seleccionas esa opción la aplicación se cerrará. Es una manera de ignorar para volver a reabrirlo luego. La segunda opción es “esperar”. Si eliges esta significa que dejarás que la aplicación intente resolver el problema por ella misma. Y la tercera opción es “informar”. Este es un pedido que se hace al usuario para que los creadores de la aplicación puedan detectar los fallos y llevar cuenta de los desperfectos que tiene para poder mejorar. Ahora bien, ¿Cuántos elegimos la opción “informar” o “esperar”? Creo que la mayoría simplemente damos a “cancelar”.
De manera semejante acontece en nuestra vida. Una situación cualquiera de malestar, ya sea que ella nos produzca o no sufrimiento, puede ser una instancia para “informarnos” sobre ¿Cómo va mi vida? ¿Cómo va la vida de mi familia?
¿Cómo podemos ser mejores personas si elegimos mentirnos a nosotros mismos? ¿Cómo es posible crecer y madurar si tenemos miedo a aceptar que nos hemos equivocado?
Hay quienes prefieren sentarse delante de Dios y creerse mártires en lugar de reconocerse como pecadores e imperfectos. Sólo quienes reconocen sus fallos podrán ser mejores personas, los demás seguirán simplemente arrastrando o deshilachando sus vidas por medio de la mentira y la falsedad.
P. Javier Rojas sj

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