Meditando sobre la simplicidad del anuncio de la Buena Nueva de Jesús, encontré esta reflexión del Padre Adolfo Nicolás, Prepósito General de la Compañía de Jesús,que dice al respecto: “La simplicidad del mensaje que tratamos de comunicar [debe hacerse] sin complicaciones o racionalizaciones excesivas que lo vuelvan opaco e incomprensible.”
Cuidemos, entonces, nuestras palabras y la manera de comunicar el Evangelio. No sea cosa que por tratar de mostrarnos nosotros, tapemos la obra de Dios.
Mejor silencio antes que "incontinencia verbal" que diga lo que Jesús no dijo, o que arruinemos lo que sí nos vino a enseñar…
A su mensaje no le sobra nada y no le falta nada...
@Ale Vallina.

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