Sea cual fuere el momento en que nos hallamos de nuestro desarrollo, y sea cual fuere lo que estemos haciendo, Dios nunca dejará de amarnos, corroborando cuanto de bueno hay en nosotros y comprendiendo tiernamente nuestras debilidades. No tenemos necesidad de cambiar ni de crecer ni de ser buenos para ser amados. Más bien es lo contrario: somos amados para que podamos cambiar, crecer y ser buenos..
J. Powell SJ

Comentarios