Mientras nuestros corazones sigan vacilando entre todas las cosas que queremos, no podremos avanzar en la vida con paz interior y gozo. Por eso necesitamos las disciplinas interiores y exteriores, para ir más allá de lo que queremos de manera inmediata y descubrir nuestra misión en la vida.
Muy a menudo queremos estar en un lugar diferente al que estamos o inclusive ser otra persona diferente de la que somos. Tendemos a compararnos constantemente con los otros y nos preguntamos por qué no somos tan ricos, o inteligentes, o simples, o generosos, o santos como ellos lo son. Tales comparaciones nos hacen sentirnos culpables, avergonzados o celosos. Es muy importante darnos cuenta de que nuestra vocación está escondida en el lugar donde estamos y en lo que somos. Somos seres humanos únicos, cada uno con un llamado en la vida, al que debemos responder. Ningún otro puede hacerlo. Y debemos responder a ese llamado en el contexto concreto del aquí y el ahora.
Nunca encontraremos nuestra vocación tratado de pensar si somos mejores o peores que otros. Somos lo suficientemente buenos para hacer lo que estamos llamados a hacer. Se tú mismo.
Henri Nouwen. Pan para el viaje

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