El dolor posee una forma de magnetizar nuestra atención hacia nosotros mismos. Casi continuamente, experimentamos ciertos sentimientos de insuficiencia, inferioridad, ansiedad o culpa. Si permitimos que estos sentimientos atraigan toda nuestra atención, tendremos muy poca presencia que ofrecer a los demás.
Tendremos un letrero de neón en la frente con la señal intermitente: "NO disponible"
John Powell  SJ

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