El Santo de la eterna sonrisa nos recuerda que el dolor también es parte de la vida, y que nos ayuda a crecer...

Hay quienes quieren desarrollarse pero sin dolor. No han comprendido aun lo que es crecer...Quieren desarrollarse por el canto, por el estudio, por el placer y no por el hambre, la angustia, el fracaso y el duro esfuerzo de cada día, ni por la impotencia aceptada, que nos enseña a unirnos al poder de Dios. El dolor es bienhechor, por que me enseña mis limitaciones, me purifica, me hace extenderme en la cruz de Cristo, me obliga a volverme Dios... 

San Alberto Hurtado

Comentarios