Contagiar fraternidad y bondad



Día 3

Con Jesús por la mañana. «Cada uno de nosotros tiene una historia a sus espaldas, cada uno de ustedes tiene una historia. Muchas cruces, mucho dolor; pero también un corazón abierto que quiere fraternidad. Cada uno, en su lenguaje religioso, rece al Señor para que esta fraternidad se contagie por el mundo. Para que no existan esas 30 monedas para matar a los hermanos, para que siempre haya fraternidad y bondad» (Papa Francisco).  Ofrece tus vivencias de hoy por la intención del Papa y contribuye a la fraternidad en tu entorno mostrando un rostro alegre.

Con Jesús por la tarde. «Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: «Señor, ¿y qué será de éste?» (Jn 21, 21).  ¿Le presentas a Jesús tus inquietudes, por las necesidades de tus hermanos? ¿Eres indiferente ante los demás? ¿Colaboras cuando te lo solicitan? Repite al ritmo de la respiración: «Los buenos verán tu rostro, Señor.» Ten presente el propósito de hoy.

Con Jesús por la noche. Hazte consciente. ¿Cómo viviste tu día? ¿Qué sucedió que te causa alegría o tristeza? Identifica las emociones que te “movieron” hoy.  ¿Hubo algún pensamiento que se repitiera? Jesús te acompañó hoy, ¿puedes reconocer su presencia en personas o acontecimientos? Agradece a Dios por tu vida y disponte a iniciar una nueva jornada.

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